E.B.D.B.
"Dificulto que alguien pueda poner en duda/ la presencia del Espíritu Santo/ en un pan recién sacado del horno/ en un vaso de agua cristalina/ en una ola que se estrella contra una roca/ ¡ciego de nacimiento tendría que ser!/ hasta un ateo tiembla de emoción/ ante una sementera que se inclina/ bajo el peso de las espigas maduras/ ante un bello caballo de carrera/ ante un volkswagen último modelo".- El Cristo de Elqui
jueves, julio 15, 2021
domingo, enero 19, 2014
Nisiología
Mapocho
sábado, enero 18, 2014
jueves, enero 17, 2013
Pamplina Consternada
A. —Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlón). —Pero sospecho que al final no se resolvieron.El primer bar se llama La Perla y desapareció (no diré creo recordar, Jorgito Luis es un arma de doble filo) en el verano de 2006.
A (ya en plena mística). —Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.
El primer síntoma fue la aparición en la vereda de enfrente de altas planchas de madera revestidas de gigantografías anunciando el primer Mall Verde de Chile. Detrás de los alerces impresos ya horadaban la tierra las retroexcavadoras amarillas y naranjas y el capataz boxeaba la dignidad de los obreros. ¿Quién nos salvará del implacable furor inmobiliario? Hay emprendedores que en este momento patrullan los cielos de la ciudad en busca de paños de terreno sobre los cuales sería factible poner un centro comercial. La mano invisible es de hierro, la pupila del emprendedor taladra y las autoridades municipales no nos defenderán porque tienen hambre y sed de patentes comerciales que generen flujos de efectivo para plantar liquidámbares y ginkos, construir ciclovías, poner cámaras de seguridad, uniformar y entrenar a los soldados privados de la paz ciudadana, y así, por supuesto, ganar el voto de los vecinos hambrientos de calidad de vida y plusvalía. Liquidámbares y ginkos, sobre todo cuando enrojecen con la visita del Otoño y depositan sobre la acerca su oro tembloroso, y ciclovías, que adelgazan los cuerpos y alivian el yugo de los seres corporativos y pueden a veces propinarnos la rotunda felicidad de ver a un niño pedaleando una bicicleta con rueditas laterales, son excelentes inversiones; aún así, ¿es necesario que paguemos esos bienes con la exterminación de un bar de verdad, un bar digno de Teillier y del taxista hastiado, con altas cañas anhelando el pipeño y un televisor esquinado preparado para el próximo clásico? Primero las altas planchas de madera prensada anunciando el primer Mall Verde de Chile, luego la preocupación respecto de los títulos de propiedad confesada por el dueño de La Perla, a quien le fue deparado encarnar la terrible verdad manifestada por Kafka en El Proceso, y un día el cartel amarillo y verde de Cerveza Cristal fue arrancado. Teillier ya había muerto y los taxistas tuvieron que buscar otro santuario donde reposar la cabeza.
El segundo bar se llamaba Passarella y aún existe, pero con otro nombre. Junto a él opera una diminuta funeraria. Junto a él significa, quizá por ser un reflejo de la carencia en todo, incluyendo tiempo y espacio, de un barrio pobre, a 1,5 metros de la silla más alejada del Bar.
En La Perla, con menos frecuencia de los que hubiésemos querido, Marinakis y yo conversamos incansablemente y ya ebrios recordábamos el diálogo de Borges. En el Passarella anexamos mesa con la de un grupo de hombres de manos endurecidas y más peligrosos de lo que nuestra alegría estilo Bambi y nuestro ánimo de diálogo universal estaban preparados para admitir. Allí uno de los hombres dijo: en la conversación está la verdad, compadre.
Del Perla nos retiramos para comprar una botella de huisqui que intentamos beber bajo tres castaños en una plazoleta. Del Passarella nos retiraron la novia y la hermana de Marinakis, conmocionadas e indignadas, porque anochecía sin que diéramos señales y los invitados comenzaban a llegar.
jueves, junio 09, 2011
Descreo de su Mapocho
Ese río es hijo de Oliveira hijo de Cortázar y también de sus flamantes errancias, y no hermano de la tierra cordillerana, del polvo fugitivo de los sacos de cemento, del harapo
Su río, Dr., es navegable por derecho propio, Hontológicamente navegable, diríamos
Lejos de él que se fantasee con ponerle prótesis para que comience a ser otra cosa
A un río no se le dice levántate y anda
Pero, ah, Dr., nos soñamos héroes y el demonio de la realidad fue a buscarnos allá donde estábamos y fuimos heridos
Qué importa sobre qué río se incline la memoria:
Su poesía viene a decir lo que Rojas dijo que dijo Vallejos:
Todavía
miércoles, junio 08, 2011
pájaros
dos o cinco
recuerdos de niñez que retuve
de libros de calle lanzados al mapocho
de pésima literatura
de los compormisos
ayer fue que no busqué todo eso
y fue ayer también
que entregué el pellejo vano
las mofletas estériles en un abrir
y cerrar de ojos que se cansan
ayer pero es hoy
que vengo a mi mismo con esas
cosas cosas cosas
como de libertad ayer me vi
como héroe
en una plaza con sombra y habitantes del cité
tarde más feliz
de discos de todo lo absoluto
no quiero llorar en esos vasos
y si lloro qué más
es pura tarde de vino
gracias al vacío u otras palabras vanas, vacío
sólo una conserva su sentido
en esas tardes que retuve de río corriendo en el tiempo
no sé cómo llamarlas
porque eran tardes de papel
miércoles, mayo 18, 2011
La Perla ¿Abatida?
martes, enero 04, 2011
La Perla
Estimado Galindo,
No he podido acceder a su propuesta. No creo que deba o que pueda hacerlo.
Acá en la calle pululan muertos. Yo me arrincono y me meto en callejones, y, Galindo, le prometo, trato de sacar partido del asunto. Pero no tengo claro hasta qué punto, Galindo, llegaré a recolectar las monedas, los estandartes, las pruebas de todo esto, para algún día futuro ponderar su peso tenue. Me dedico por las tardes, por las noches, también a pulular; en uno de esos vaivenes llegué al Perla. Casi se podía mascar el olor ajerezado del arrollado en el aire. Don José me confiesa que pensó en renombrarlo "La Perla del Pacífico" mientras venía con su señora en el avión, pero decidió a su llegada serle fiel a su destino y al destino del Perla. Y bueno, también en cierta medida al de sus parroquianos.
Lo actualizo; espero no aburrirlo. Después de un intrincado episodio legal, la compañía a cargo de la tienda por departamentos se vió obligado a pagar a Don José un cuantioso monto por la demolición del boliche; su compadre Lalo Marín, abogado y estudioso del evangelio, hizo las maromas y cortó buen billete, y lo que quedó fue suficiente para reabrir el connotado local cuyo cartel vimos desmontar aquella tarde de 2009.
Se reiría, Galindo, si pudiese verlo. Me limito, por salud mental, a adjuntarle una foto de la fachada. Las letras, en tipografía Palace Script levemente modificadas con agridulce gusto parisino, rememoran de manera más que lejana el original en letras negras sobre luminoso amarillo con decorado "Cristal". No podría decir mucho más.
Para calmar el reflujo de la memoria, evocaré aquel aniversario mío en que, después de haber bebido en exceso, como se acostumbraba, nos volcamos a la calle, en dirección inconsciente hacia el bar. No creo equivocarme cuando afirmo que esa noche completamos, de algún modo, el inicial armatoste del sistema de símbolos que en los años siguientes iríamos trabajando con pulso de joyero. Son doctrinas inútiles, y en eso creo que todos estamos de acuerdo, pero ¿hay algo más bello que la inutilidad? ¿algo más perfecto?
Creo que los proyectos quedarán estancados o avanzarán a ritmo lento (me es imposible no evocar la analogía del río de caca en este tipo de casos) por un tiempo; pero si existe la fe y me fue deparado poseerla, creo que está toda puesta en las frases, las inversiones, los mecanismos y el conjunto de piezas ideados en esos años fructíferos. Curiosamente, y en oposición a nuestra capacidad de manipulación, la operación de las piezas se multiplica y se ramifica, ruedas sin eje: lo llamo a que esté atento, como yo creo y espero estarlo, a mayores cambios o desviaciones de sus sentido primero.
Un saludo cálido a la distancia,
Marinakis
sábado, mayo 30, 2009
El Bar
El doctor hizo una pausa reflexiva y dio un breve sorbo a su caña de pipeño. Galindo encendió un cigarro. K. se bebió el resto de su caña y alzó la mano para llamar al mozo. El gordo maestro de cocina flanqueó el mostrador, caminó bamboleante hacia la mesa, se detuvo junto a K. y alargó su cuello sudoroso. K. indicó en silencio su caña vacía de pipeño, el doctor emergió del abismo de su reflexión y de un largo trago se bebió el pipeño restante en su caña, Galindo exhaló humo formando dos perfectas argollas y, a pesar de que su caña estaba casi llena, siguió el ejemplo del doctor.
-¡Me parece, caramba! ¡Si tomamos, tomamos parejo!- dijo el doctor-. Tres más de las mismas, amigo.
El Bar A. es un bar angosto, casi un pasillo, flanqueado por sucias paredes verde agua, que se alarga imprevisiblemente hasta un lugar de sombras y formas imprecisas. De esas sombras emergieron tres personas y caminaron hasta sentarse a la mesa contigua: dos hombres, uno viejo, cercano a la setentena, y un cuarentón malcarado a cuyo brazo se aferraba una mujer de caminar vacilante. Cada uno traía su vaso de cerveza, y acunada en el antebrazo del viejo, cual tierno recién nacido, venía la botella a medio beber.
Recortado contra la pálida luz que arrojaba un tubo fluorescente, el viejo se veía enorme. Los mechones grises que cubrían su gran cabeza raleaban a los lados de la frente y del irregular bigote entrecano colgaba una gota de cerveza. La mujer evidentemente había sido muy atractiva -así lo indicaban sus labios, sus pómulos, su mirada, sus movimientos, el modo en que acercaba su rostro al del cuarentón. Pero el tiempo es implacable y no hay fémina turgente que se le resista. Ahora, a diez o quince años de los días culmines de su belleza, las carnes de la mujer se habían desconfigurado para siempre, su talle se había duplicado sin remedio. Ahora la mujer caminaba tambaleante entre las mesas de un bar poblado de hombres, sometida al mareo etílico y acaso a la brutalidad del cuarentón feo, que de haberla conocido hace una década, jamás hubiera soñado poder hacerla suya, sujetándose de su brazo enfundado en ajado cuero negro, obligando, con su caminar tambaleante, al codo del viejo a sumergirse rítmicamente en una de sus enormes tetas, cuyo tamaño, de seguro antes perfecto, admirable, se había también duplicado.
Se sentaron a la mesa.
-Y ustedes ¿con qué frecuencia se pegan un round en el ring de cuatro perillas?- dijo el viejo emplazando la botella en el centro de la mesa.
-¿Cómo?
-¡No sea metiche!- exclamó la mujer.
El viejo desistió de su inquisición, pero aparentemente sólo con el fin de reformular su estrategia. Repartió el resto de la botella.
-No hay nada más rico que pegarse un polvito-y ahora la voz, una voz por lo demás lasciva y arrastrada, vibraba con una extraña nota de solemnidad. El veterano bajó la vista y, alzando la mano, gritó:
-¡Amiiigooou! ¡Tráigase los refuerzos que estamos secos!
Un tipo alto y flaco, cuyo rostro exhibía una abultada nariz colorada y un cigarro a medio consumir entre sus semiabiertos labios entintados, pasó por el pasillo hacia el fondo del bar, cargando sobre uno de sus hombros una java llena de botellas de cerveza vacías. El viejo volvió a hablar:
-Un hombre necesita pegarse su polvito lo más seguido posible. Antes a mi vieja yo no le daba tregua, pero ahora se me ha puesto harto esquiva. ¿Y qué le va a hacer uno? No voy a obligarla sólo porque yo ando como toro. Además la vieja ya está harto vieja y yo ando con energías de sobra. Ojalá encuentre una más jovencita pa' echarla a la pelea.
El viejo se bajó al seco su vaso de cerveza. El hombre y la mujer sonreían.
-¡Baaah! ¡Ni se imaginan ustedes! A mis sesenta y cinco años ando como toro. Con decirle que hasta arañazos en la espalda me llevé el otro día.
-No me diga- dijo irónicamente el cuarentón.
Fracasó miserablemente y se instaló el silencio. La mujer sonrió y luego empinó su vaso de cerveza y comenzó a beber lentamente mirando su contenido. Su boca jugaba con el vaso y el líquido. El viejo buscó en el bolsillo de su camisa una cajetilla de cigarros. El cuarentón anunció que iba al baño, se puso pesadamente de pie y caminó hacia el fondo del bar. El viejo encendió un cigarro, exhaló el humo, dejó el cigarro en el cenicero, se sirvió lo que quedaba de cerveza, y en ella hundió largamente el bigote: lo retiró; se relamió; un brillo indefinible recorría sus pupilas amarillentas.
-Mire, mijita, yo la puedo hacer feliz. Véngase conmigo, ¿ya?
La mujer rió.
-Mire, ni se imagina la herramienta que tengo.
Llegó el cuarentón. Sonreía. Besó a la mujer en el cuello, caminó hacia la caja y pagó.
-Ya, pues, mijita- insistió el viejo en un perentorio susurro.
El cuarentón volvió a la mesa; la mujer se puso de pie; el viejo trató de hacer lo mismo, pero no pudo a causa del vino.
-Un gusto, amigo- dijo el cuarentón.
-Pórtese bien- dijo la mujer
El viejo miró al cuarentón.
-Cuídesela-le dijo.
La pareja cruzó las puertas abatibles que flanqueaban la entrada al bar, y se perdió en la niebla de la noche.
Dijo Galindo, golpeando la mesa:
Las manos ya se alargaban hacia las altas cañas de pipeño, y acaso ya se formulaba en la mente del doctor un brindis solemne y en la de Galindo algún verso, pero antes el viejo, que les daba la espalda, giró hacia ellos, y sus ojos estaban llenos de lágrimas.
El maestro de cocina pasó junto a ellos cargando un sándwich de pernil y una cerveza Escudo de tres cuartos: se detuvo algunas mesas más allá y depositó bebida y alimento frente a un joven de rostro adusto, cuyas facciones extrañamente recordaban a las de una madonna renacentista. Tenía dos libros sobre la mesa.
-¿Por qué llora, tío?
El viejo sollozó en silencio.
-Oiga, tío, tranquilo. Venga a sentarse con nosotros.
El viejo se puso trabajosamente de pie y se sentó entre K. y el doctor. Apoyó el antebrazo sobre la mesa y apoyo sobre él la frente. Su espalda se sacudió media docena de veces.
-Tío, tranquilo. ¿Qué le pasa?... ¿Por qué llora?- dijo K. dándole suaves golpecitos en la espalda.
El viejo enderezó el tronco y el cuello, giró y alargó la mano hasta alcanzar su vaso de cerveza, que había quedado sobre la otra mesa. Lo alcanzó a duras penas y aún sollozando, sorbió la cerveza y luego clavó sus ojos llorosos en K. Dijo, respirándole en la cara:
-¡Por ustedes lloro, hijos míos! ¡Por ustedes, que se pierden en el trago! ¡Que olvidan al Señor! ¡Al Señor! ¡Al Señor! ¡Aleluya, Aleluya! ¡Perdónales, porque no saben lo que hacen! ¡No pierdan sus vidas en el trago, hijos míos! ¡No temas que yo te he rescatado, dice el Señor! ¡Te he llamado por tu nombre, dice el Señor! ¡Llevo tu nombre tatuado en la palma de Mi mano, dice el Señor! ¡Y ustedes...! ¡Y ustedes, carajo...! ¡Mieeerda!
El viejo bebió de su vaso, se calmó un poco y continuó:
-¡Ustedes son malos y pecadores! Sólo quieren tomar y quedar botados meando en la calle, no siguen los senderos del Espíritu, se pierden en los callejones de Satán.
Con los ojos anegados de lágrimas, el viejo prodigó referencias bíblicas y puso al tanto a los tres contertulios, a grandes rasgos pero con precisión, del plan de salvación que el Señor había diseñado especialmente para ellos y para el que quisiera. Asumiremos que ustedes también han sido puestos al tanto de dicho plan, y no abundaremos en descripciones inútiles. Por lo demás, los contertulios escucharon y bebieron en silencio. Galindo parecía estar reflexionando; su mano de amasandero de pizzas recorría su vasta barba ensortijada. Finalmente habló:
-Caminaba Moisés por un callejón y detrás de Él venía el Señor su Dios, y mientras hallábase así Moisés, caminando a pasos cortos, cavilando acerca de su tenaz tartamudez, oyó la voz de un ángel y, ¿quién sabe?, acaso también lo vio, y el ángel le informó a Moisés que con algunos metros de rezago tras de él caminaba el señor su Dios, y entonces, entre dos enormes contenedores de basura, en ese callejón oscuro y sucio y húmedo, Moisés escondióse para conocer el Rostro de su Creador. Pero cuando Dios pasaba frente al escondrijo de Moisés, tapó el hueco entre los dos contenedores con sus enormes y aladas manos luminosas; y esa noche, Moisés no pudo ver del Señor más que la palma de Su mano, la misma en la cual estaba tatuado su nombre.
El poeta hizo una pausa y encendió un cigarro. Un delgado hilo de humo subió entre sus ojos negros. El silencio dejó oír la respiración trabajosa del viejo.
-Dígame, señor -continuó el poeta Rafael Galindo dirigiéndose al viejo-, ¿no cree usted que el gesto es elocuente?
La mandíbula del viejo se movió horizontalmente, como si tratara de encarrillarla o destapar sus oídos, y luego verticalmente, como si mascara un grueso trozo de bistec; sus ojos mostraban aún los signos de cierta inercia del llanto desconsolado. Galindo fumaba y miraba inquisitivo. Una gran argolla gris pasó entre los hombros del viejo y del doctor.
-El ademán de Dios es elocuente- dijo finalmente Galindo-: ¡Dios se oculta, pero desea mostrarle al hombre el hombre! - y agregó elevando su caña a la altura de los ojos:
-¡Entonces, pues, ahorrémosle al Señor el trabajo de ocultarse y dediquémonos con fervor a lo mundano!- y bebió un largo sorbo.
De las abundantes lágrimas del viejo ahora no quedaba más que un exceso de humedad en los globos oculares. El llanto había logrado dulcificar un poco al viejo, pero ahora su rostro había cambiado; en particular su mandíbula: el veterano parecía estar apretando los dientes con fuerza, y volvía a asomarse a su mirada una brillosa malicia. La enorme y peluda cabeza de Galindo flotaba en el verde agua de la pared.
Dijo el viejo con vibrante voz endurecida:
-¡Ay de aquellos desprecian la Palabra de Dios! ¡No habrá para ellos más que fuego y sangre y rechinar de dientes! ¡Pendejos insolentes de mierda!
La rabia estiraba y soltaba las cuerdas vocales del viejo, la tensión de los músculos de sus carrillos hacían temer que uno de los maxilares se trisara, que en cualquier momento saltara un diente o las encías comenzaran a sangrar. Galindo, súbitamente indolente, se refugió del fulgor bíblico del viejo contemplando la concha de loco que servía de cenicero.
-Tranquilo, tío- dijo el doctor.
K. bebió y se puso de pie. El viejo bebió con furia y murmuró:
-El Señor está conmigo como un poderoso guerrero.
-Tranquilo, tío- insistió el doctor.- Aquí nadie quiere ofenderlo- y acabó de un viaje su caña.
El viejo quiso ponerse de pie. Amablemente, el doctor lo sujetó de las axilas, lo puso de pie, y lo soltó sólo cuando hubo comprobado la estabilidad del viejo, que gruñó y se alejó oscilando rumbo al baño.
miércoles, mayo 20, 2009
La Tesis del Doctor
Weón,
la escritura de mi tesis se ha transformado
en una obra apologética
de las cagadas de resultados que obtuve
estoy parchando el hoyo con lenguaje
y sospecho que cualquier religión me querrá entre sus filas
después de esto
lunes, enero 26, 2009
El Oscuro Dharma de la Calesita I
Se atribuye a Jorge Luis Borges un tal poema Instantes, cuyo narrador desearía haber pasado menos tiempo armando cuidadosas maletas de viaje y más tiempo dando vueltas en calesita.
martes, marzo 18, 2008
lunes, marzo 20, 2006
Picadillo
En una semana más Beño se verá domiciliado (como diría cualquier integrante de la fuerza policial entrevistado por la prensa) en otro lugar: El número de la micro que lo llevará a su casa será otro, la antropomórfica luz verde parecerá la misma pero será otra, será otra la distancia a caminar hacia otro portón, las llaves serán otras y el jazmín esperará en vano la llegada de Beño...
Se acercó el humilde servidor de todos, don Beño, al gran jazmín. (Recordó a aquellos pensadores que mantienen que un hombre y una secoya o una secoya y una termita o un lémur de madagascar y un ratón de cola larga no son más ni menos uno que otro en el orden cósmico*. Pensó en esa novela de Hesse donde al llegar a su nueva escuela un niño hace dos nuevos amigos: un castaño y un anciano portero.) Alzando la vista respiró profundo y se despidió musitando un par de palabras de agradecimiento (en este momento su servidor deja el laborioso golpeteo de teclas para secar las lágrimas que corren por sus mejillas de poeta.)
Zanahoria en Escabeche: hoy me senté en el mismo lugar de la biblioteca, de espaldas a las Obras de los Filósofos. Como si de ese modo comprobara que la marcha del Universo se seguía desarrollando sin novedad, busqué con la vista el lugar exacto donde se puede ver el lomo de un querido libro verde que tiene escrito en una de sus páginas que el hombre es una sucia corriente. Seguía allí, junto al libro rojo donde el autor de ambos sostiene que el Cristianismo es una enfermedad y denosta a Pablo de Tarso. Por una asociación mental simple, me puse de pie y busqué también aquel libro donde un inglés sugiere que el Cristianismo es el paso siguiente en la evolución del Hombre y alaba el coraje y la santidad de San Pablo. Viendo que estaba en su lugar, volví a la contemplación de extrañas matrices en un tomo de 700 Págs.
Caldo de Vinagre (Grado de acidez: 5%): Hace falta otro tipo de seriedad: la del niño cuando juega.
Cebollita en Escabeche: siempre tan cursi, Beño...
*Tarea: Búsquele un arreglo a la impresentable redacción de esta parte del post.
Nota: busqué en Google Imágenes "jazmín", para hacer más figurativo este post poniendo la regia foto de un jazmín. Lamentablemente, me encontré muchas fotos de la Jazmín y ninguna decente de un jazmín. De todas maneras, les dejo la foto de Jazmín.
martes, marzo 14, 2006
Pregunta
jueves, enero 05, 2006
Ciclo de Anécdotas: El Basurero Wenco
Porque el público lo pidió, vuelve el Ciclo de Anécdotas de El Blog de Beño, esta vez con una anécdota escolar. ¡Y basta de palabrería, Beño! Vamos al grano; pero antes:
- Si Ud. no ha leído las Anécdotas de este Afamado Ciclo, lo invito a hacer click en el link de alguna de las tres anécdotas publicadas en la columna a su izquierda.
- Lamentablemente, esta vez no contamos con el alto auspicio de Nuestro Señor Cristo de Elqui, y seguiremos prescindiendo de él hasta que nos pague lo debido.
Sin otro particular, vamos con la anécdota.
El Basurero Wenco
En el patio de media había un basurero grande Wenco, de color gris y tapa negra. A la hora del recreo, X. esperaba que el patio se fuera llenando de gente; salía desde su sala corriendo; enfilaba hacia el noble basurero Wenco, y de una patada lo hacía volar lejos, dejando la basura desparramada. Ante los bovinos ojos escolares congregados allí, la escena se repitió de manera exacta una y otra vez.
En las horas de clase, V. y Beño (que pasaron la mayor parte del colegio fuera de clases) podían ver a la señora Norma recogiendo el basural que el pelotudo de X. dejaba todos los recreos. Beño sospecha que los motivos que tenía X. para ejecutar religiosamente el vandálico acto eran dos: posicionarse con una imagen rebelde frente a las damas que allí se reunían y lucir sus regios zapatos Caterpillar.
Junto al patio de media, donde estos vandálicos actos eran ejecutados impunemente a la luz del día y bajo la mirada estupefacta de los estudiantes, se estaba llevando a cabo la construcción de un nuevo pabellón de salas de clases. En los días en que este relato ocurre, V. y Beño pasaban sus tediosas horas de alumnos echados de clases en animada charla con los maestros constructores o sentados cerca de la faena tratando de matar el tiempo. En estas circunstancias surgió la brillante idea.
Fue así, oh queridísimos lectores:
El sol pegaba fuerte. Beño y V. estaban sentados junto a la construcción, mientras sus compañeros disfrutaban de un macabro laboratorio de biología, durante el cual Beño no había podido contener una observación jocosa acerca de una rana en estado vegetal a la que le aplicaban electricidad en los nervios de sus patas. Esa observación había resultado en una carcajada general, y en la consecuente salida del laboratorio de V. y Beño.
Como íbamos diciendo, el sol pegaba fuerte y nuestros protagonistas soportaban con estoicismo su exilio. De pronto, V. quedó absorto, como fijando una idea; se puso de pie, caminó hacia una gran pila de ladrillos, cargó sus brazos con seis de ellos y caminó hacia el noble basurero Wenco. Beño comprendió de inmediato y no tardó en secundar a V. en su iniciativa y con un par de idas y venidas acarreando ladrillos, el buen basurero quedó lleno hasta sus bordes. Con una sonrisa, V. le puso la tapa, y Beño ensayo un par de patadas en sus matratados constados. “Weón, si este cara de nalga le llega a poner una patada a esta wea, cagó”... Ya estaba todo dispuesto, y V. y Beño se sentaron a esperar con ansias que llegara el recreo.
Sonó el timbre. El patio se fue llenando de vida escolar. Las apetecidas damas ocuparon sus puestos de pequeñas faraonas escolares. Pero de X. ni la menor señal. “Anda a ver si está adentro de la sala”, le dice Beño a V. Éste va y vuelve. “Sí, weón; está. Está peleando con la profe por una nota. Ya va a salir”. La expectación multiplicaba los minutos. “Weón, por la chucha; no puede ser que justo ahora no venga a pegar el bendito puntete”, murmuró V.
La profesora sale de la sala. Dos minutos después, sale X. rojo de rabia. Grita: “¡Por la chucha!”, toma vuelo, con júbilo lo vemos enfilar hacia en basurero con más velocidad que nunca, da un salto, acomoda el golpe en el aire y deja caer su mejor patada en el flanco del noble basurero Wenco. Esta vez el espectáculo es distinto: el basurero no se mueve un sólo milímetro; inmediatamente después del golpe se oye un alarido de dolor; las miradas se vuelven hacia X. que está tendido de espaldas en el cemento. En un acto de cinismo y de maldad infinita, V. corre a socorrer al caído. Se reúne un círculo entorno a X., lo suben a una camilla y se lo llevan. Los dos meses siguientes lo vimos llegar con la pierna enyesada. Extrañamente, nunca nadie se preguntó qué hacía el basurero lleno de ladrillos. Nunca hubo culpables.
lunes, enero 02, 2006
Micro-historia UNO
martes, diciembre 27, 2005
¡Campaña Asado Parrillero! - Verano 2006
A su izquierda puede ver una columna de Publicidad Google. NO; no se equivoque; el bueno de Beño no ha dejado sucumbir este humilde espacio a los cantos de sirena del mercado. El motivo es otro; el motivo es la Campaña "Asado Parrillero" - Verano 2006. Pero ¿en qué consiste esta campaña? ¿Será Beño una oveja disfrazada de lobo que nos quiere engatusar? ¡NO y no, señores! Despacho a continuación el contenido de la Campaña:
¿Cuál es el OBJETIVO de la Campaña? Compartir un Asado Parrillero regado con abundantes bebidas durante la PRIMERA QUINCENA DE MARZO.
¿Quiénes se van a maltratar con este Asado Parrillero? (1) Todos los amigos que visitan El Blog de Beño, (2) que se pongan en contacto con el bueno de Beño, y (3) cuyas conciencias estimen que han cooperado razonablemente con la causa (id est, que se tomaron la ligerísima molestia de hacer click en los anuncios cada vez que entraron a EBDB), descontando la condición implícita de que (4) les guste compartir un buen asado en compañía de gente diversa y en animada tertulia.
¿Cuánto va a costar el Bendito Asado Parrillero? USD$100, es decir, aproximadamente CLP$51,100.
¿USD$100? ¿Cómo se vamos financiar esta Épica Iniciativa? Adsense de Google realiza sus pagos por un monto mínimo de USD$100. La idea: que con nuestros clicks en los anuncios alcancemos esa suma antes del 15 de Marzo de 2006. Recibiendo el pago, don Beño convocará a los fieles que cumplan las condiciones de arriba y se invertirá el total de los USD$100 en un sendo Asado Parrillero.
Las condiciones:
i) Beño empeña su palabra en que, de alcanzarse la suma, el asado se realizará en una fecha cercana a la señalada, y según la disponibilidad de los participantes.
ii) Todo aquel que estime en conciencia que cooperó y que quiera participar, tendrá la libertad de unirse a la comitiva. Nadie cuestionará su decisión.
iii) Si al 30 de Marzo de 2006 no se ha alcanzado la suma, se considerará que no ha habido quórum para la iniciativa y, consecuentemente, el asado parrillero no se realizará.
viernes, diciembre 23, 2005
Análisis Morfosintáctico
Analice morfosintácticamente (sujeto/predicado, etc., etc.) la siguiente frase en lenguaje coloquial chileno avanzado (con el perdón de las damas):
jueves, diciembre 22, 2005
Pobreza y Desigualdad: Comentarios de Beño.
jueves, diciembre 15, 2005
Post Honesto
lunes, diciembre 12, 2005
Don de Mando
domingo, diciembre 11, 2005
Silogismo
Sr. San Expedito, PRESENTE
Espero de que encuentre Vd. bien, gozando de su merecido y bien ganado Descanzo Eterno. Tengo que confesarle que mis motivos para publicar la presente carta son puramente utilitaristas y espero que esto no lo moleste, puesto que su forma de proceder estando en este Valle de Lágrimas solía ser bastante distinta (sacrificio personal a fines metafísicos de orden superior), aunque algunos suspicaces podrían discutir esto y afirmar que su modus operandi como ser humano no fue más que un utilitarismo con horizonte temporal de planificación infinito (es decir, bajo el supuesto de la Vida Eterna.) Pero no me alargo en estas consideraciones que se desvían del propósito de esta misiva. Le escribo por lo siguiente: hace tiempo ya que su santa persona ha llamado la atención de la opinión pública por su fuerte penetración en el mercado de las Intercesiones ante el Señor, posicionándose fuerte en dicho mercado, y desplazando en market share a santos de la talla de Santa Gemita de Galgani, Santa Teresita de los Andes y San Antonio de Padua. Sin embargo -y como lo preveían todos los analistas- la reciente canonización del beato Alberto Hurtado ha transformado notoriamente las condiciones del mercado, llevándolo a perder participación. Bueno, siendo estos los antecedentes pertinentes a mi propuesta, vayamos el grano.
martes, diciembre 06, 2005
Petición de Gracia
De la canción "Salto a la Luz" de Cristóbal Fones S.J.
sábado, diciembre 03, 2005
Comentario: No Me Venda El Cochayuyo.
lunes, noviembre 28, 2005
Rellenando
El tiempo va horadando mi alma. Sí, hermanos, en efecto: la cebolla de mi alma, antaño luminosa redoma, pétalo a pétalo se deshoja con el paso de los días. Y va revelando de qué estoy hecho. Dr. Marinakis, ¿me creerá si le digo que estoy absolutamente convencido que no soy un mar sino todo lo contrario, una sucia corriente?
Está la raja el debate acerca de la religión y en el siguiente post espero poder resumir las posiciones y expresar mi punto de vista. Y continuamos con el debate. Por ahora, me limito a dejar tres preguntas referentes a la misma cuestión:
1. ¿En qué sentido es posible afirmar que la Creación está manchada por el Pecado Original? (Ver un post anterior.)
2. ¿De qué manera debe entenderse el arrepentimiento (convertir el corazón, etc.) al que llama Jesús al inicio de su vida pública (“arrenpiéntanse”, “conviértanse”, etc.)? ¿Y por qué este arrepentimiento debe ser ante Dios (pequé, Señor, piedad)?
3. ¿De qué nos viene a salvar Jesús? ¿Cómo se entiende la Salvación?
Las tres preguntas se refieren al mismo punto central de la estructura de la fe católica. Por eso me parece interesante que las discutamos. Con respeto y a la mayor gloria de Dios.
domingo, noviembre 13, 2005
Dos Cosillas
DOS. Siempre he sido católico, la mayor parte de mi vida por formación; un par de años maravillosos por puro amor encendido por ese Dios misterioso que se me presentaba en todas partes y que me llamaba, y el último tiempo por postura intelectual y tesón de la voluntad que quiere someter a toda costa a la razón que duda (en esta última etapa me repetía una y otra vez en la oración el Credo Ut Intelligam (creo para entender) de San Agustín.) Hoy ya no soy católico, o al menos he suspendido mi adhesión a muchas de las creencias más básicas que conforman esa fe. Y no ha sido fácil, he hecho esfuerzos tremendos por mantener mi estructura de creencias. Esto puede ser temporal o tal vez permanente, no lo sé; pero lo que sigue siendo mi certeza más firme es que Dios existe, que nos ama, que nos reúne de un modo misterioso en su amor, como una gallina bajo sus alas reúne a sus polluelos (ver Is 49, que es una de las imágenes de Dios más hermosas que hay en la Biblia.) En este momento mis reparos a la Iglesia son demasiado fuertes como para seguir siendo un católico practicante. Pero mi experiencia del amor de Dios es tan profunda, que inevitablemente mi acento me delata. Porque no puedo esconder que he sido muy amado y que no dejo de vivir con esa poesía que sólo da el Misterio.
Y esto lo agrego porque ayer tenía una urgencia que me impidió terminar el post:
Respecto del punto UNO: qué momentos de felicidad como el relatado en este punto recuerdas.
Respecto del punto DOS: qué opinas acerca de la religión, de la Iglesia Católica, de Dios, cuál es tu búsqueda personal, el sentido de tu vida, etc.
viernes, noviembre 11, 2005
Un sentido pésame para los familiares y amigos de Santiago Errázuriz
martes, noviembre 08, 2005
TRIMESTRE: Julio – Septiembre 2005: 8,5%
Con los dedos de su mano izquierda bien separados,
Desplazó su mano desde la frente hacia la nuca,
Curvando sus dedos y la palma de su mano,
Adaptándola a la forma de su cráneo
Acto seguido, sujetó la parte final de la solapa de su chaqueta, a la altura del pecho,
Con cada mano,
Y jaló hacia abajo
Con el índice y el pulgar de su mano derecha,
Partiendo de cada comisura de los labios
Y cerrándose hacia el punto inmediatamente inferior a la nariz,
En un movimiento ascendente de mano y brazo,
Se ordenó los bigotes
Aspiró por última vez su cigarro,
Dejándolo hasta la mitad,
Botándolo en plena vereda aún encendido
Respiró profundo y se dijo, empujando una dorada puerta giratoria:
“Hoy me darán trabajo”.
domingo, noviembre 06, 2005
Anécdota Escolar I
B. paseaba, solitario, por uno de los pasillos de su colegio, en los minutos libres del recreo que precede a la hora de almuerzo, cuando escuchó la siguiente conversación entre dos profesoras:
Profesora de Física: en serio, galla: soy alérgica a todas las cosas mentoladas: si las huelo, no puedo respirar, me congestiono entera.
Profesora de Castellano: no te creo, ¡me muero!, ¿en serio?
Profesora de Física: en serio, no aguanto ninguna de esas cosas: ni Mentholatum, ni Calorub, ¡hasta las mentitas me ponen mal!
Hasta aquí la parte relevante de la conversación. B. escuchó atento, volvió a sentir ese ligero dolor en su cuadriceps desgarrado, y recordó el tubo de Calorub que llevaba en su mochila, y una ligera sonrisa escolar se dibujó en su semblante. Lo que sigue es simple:
En el recreo de la hora de almuerzo, B. esperó que sus compañeros se retiraran de la sala de clases y procedió a embetunar las patas y parte inferior de la silla y mesa del profesor con Calorub. Y sonrió ante su solitario y malvado placer.
Después del almuerzo, la profesora de Física comenzó a hacer clases. Después de tres minutos, con un hablar gangoso, pidió un pañuelo; después de cinco, pude ver dos lágrimas caer por sus mejillas mientras decía con voz congestionada: “hay olor a menta”. A los seis minutos se le hacía difícil hablar, y tenía los ojos notablemente enrojecidos. Entonces dijo: “¿Quién se echó tanto Mentholatum?”. B., que había estado desde los tres primeros minutos conteniendo a risita, que se sentaba en la segunda fila, y que era el sospechoso de siempre, no pudo someter su musculatura facial y sonrió dejando escapar una ligera risita. La Profesora de Física lo comprendió todo en un segundo: se volvió a su mesa; con esfuerzo, olfateó; pasó su mano por unas de las patas de la mesa, y me dijo: “señor Cortés, acompáñeme”. Lo que viene después es otra historia...
Finalmente:
1. CUENTA TU ANÉCDOTA ESCOLAR. Si es muy larga, mándamela al mail (bj_cortes@hotmail.com (agrégame a MSN si quieres)). Si es buena, la publico.
2. Opinar es gratis: opina acerca de esta anécdota: crítica, sugiere, putea, alaba.
4. Quise comentar todos los comentarios anteriores, pero por ahora no pude. De todas maneras hay uno que quiero incluir en los Comentarios Notables. Pero habrá que preguntarle a la persona que comentó primero.
martes, noviembre 01, 2005
Comentarios destacados
sábado, octubre 29, 2005
Por no tomarse la vida en serio...
¿Quién habrá sido, hermanos míos que visitan este blog? ¿Un simple mortal que decidió vestirse de galileo de la Galilea precristiana o Él, el Mismísimo, que decidió presentarse en este cada vez más pagano Reino de Chile vestido como solía hacerlo en sus años mozos de hijo de carpintero que visitaba las aldeas sanando, obrando milagros y predicando la venida del Reino? La verdad, no lo sé. Tal vez esta duda quede en mi alma como una quemante herida, y a mis hijos les diga: hay que tomarse en serio la vida, retoños queridos. Y ellos me interroguen con la mirada y yo agregue para librarme de tal inquisición: hijos, se los digo porque un día, por bromista, por creer en las bondades del talante humorístico y del espíritu lúdico, no supe seguir al Divino Maestro y me burlé de Él creyéndole un loco. Y el mayor de ellos pregunte: ¿En serio? ¿Dónde? Y yo le responda: en Providencia con Lyon, a las siete de la tarde, y me pesa en el alma no haberlo seguido.
miércoles, octubre 26, 2005
Poema de Galindo
Miedo al Sinsentido
Les ha dado con el tema de la pobreza
Y ¿a qué viene esto?
El viejo truco, para espantar al sinsentido:
Invéntese una preocupación lo suficientemente lejana:
No, no se preocupe por su padre, asfixiado en la soledad más terrible
Ni por su madre, a la que acaso le queda algún sueño mínimo y material
Ni por su hermano o su hermana
No: es más conveniente la señora juanita, porque es lejana
Porque tiene una ventaja que los anteriores no tienen:
Ud. puede dejarla, cuando se le antoje
Invéntese, búsquese, una preocupación y una lucha lo suficientemente abstracta:
Sí, EL MODELO ECONÓMICO
Está mal...
Y deteste a un país lejano
Aborrezca profundamente los modos de vida de los
MALDITOS CAPITALISTAS
Pero no, nunca mire demasiado cerca:
Todo debe ser lejano, abstracto.
Importante siempre es poner bien (es decir, convenientemente) los nombres
Por ejemplo:
No diga EGOÍSMO y COBARDÍA
Diga: MODELO ECONÓMICO
Y luego diga que esa abstracción es la que está mal
Y sea Ud. un paladín de la justicia
Y si esto no le colma, invéntese un Dios
A su imagen y semejanza créelo
A imagen y semejanza de sus
Miedos
Egoísmos
Cobardías
Para que cuando alguien no opine como Ud. pueda decir convenientemente:
“Vive lejos de Dios”
Para que cuando alguien sea lo suficientemente bueno que le dé envidia pueda decir:
“Sí, pero le falta amar a Dios”
Para que pueda confeccionar una larga lista de deberes imperativos
Que le aseguren que va a ser feliz
Que no va camino al polvo
sábado, octubre 22, 2005
Acto de Personalización
Este es un acto de personalización de este blog. De polera azul, don Beño en su infancia, en los años de la posguerra. A su lado la Frani, sosteniendo a Nicolás (Jao Bonachiuon de la Fontaine Grüyere.)
viernes, octubre 21, 2005
¿Naturaleza Caída?
miércoles, octubre 19, 2005
Alas de Gallina
lunes, octubre 17, 2005
miércoles, octubre 12, 2005
Material de Relleno
Conocemos a la Verdad
Noche tras noche ha bailado frente a nuestras narices
Una vez nos dijo:
Os prometo que vendré
Siempre
Siempre y cuando estéis ebrios
Y estas palabras fueron motivo de largas discusiones:
¿Qué quiso decir con Ebrios?
¿Ebrios de Vino?
¿De Amor?
¿De Belleza?
¿De Dolor?
Y supimos que la Verdad era hermosa
Y esquizofrénica
Que pasaba la noche en los bares
miércoles, octubre 05, 2005
Ciclo de Anécdotas: La Noche de Pasión
La Noche de Pasión