sábado, octubre 29, 2005

Por no tomarse la vida en serio...

Una cuadra más abajo de Providencia con Lyon la Conti y yo vimos a un hombre disfrazado de Jesús. Nosotros caminábamos hacia abajo, rumbo a Pío Nono, y él en sentido contrario. Haciéndose el gracioso, Beño le dijo en tono confidencial, en el momento de pasar junto a él: "Maestro". Pero el hombre barbado, moreno, de cabello largo, túnica y sandalias continuó su marcha impertérrito, haciendo caso omiso de esta perdida oveja que es Beño. Se miraron Beño y la Conti, y Beño dijo: "la cagó el weón loco". Sin embargo, dos cuadras más abajo, una idea asaltó la mente de Beño y tornó, sin revelarse, su talante festivo en un estado de ánimo mezcla de melancolía (no sé bien si esta es la palabra) y de asombro. La idea se reveló una cuadra más abajo, o sea, tres cuadras más abajo del punto en que ocurrió el encuentro. Se reveló de la siguiente manera: de pronto, Beño dijo, aparentemente en broma, pero definitivamente en serio: ¿Y si en verdad era Jesús? La Conti miró a Beño, hubo un silencio, y éste dijo: tal vez sí era el Divino Maestro, y yo, por no saber tomarme la vida en serio, me burlé de Él y no le seguí en su Camino.
¿Quién habrá sido, hermanos míos que visitan este blog? ¿Un simple mortal que decidió vestirse de galileo de la Galilea precristiana o Él, el Mismísimo, que decidió presentarse en este cada vez más pagano Reino de Chile vestido como solía hacerlo en sus años mozos de hijo de carpintero que visitaba las aldeas sanando, obrando milagros y predicando la venida del Reino? La verdad, no lo sé. Tal vez esta duda quede en mi alma como una quemante herida, y a mis hijos les diga: hay que tomarse en serio la vida, retoños queridos. Y ellos me interroguen con la mirada y yo agregue para librarme de tal inquisición: hijos, se los digo porque un día, por bromista, por creer en las bondades del talante humorístico y del espíritu lúdico, no supe seguir al Divino Maestro y me burlé de Él creyéndole un loco. Y el mayor de ellos pregunte: ¿En serio? ¿Dónde? Y yo le responda: en Providencia con Lyon, a las siete de la tarde, y me pesa en el alma no haberlo seguido.
Pero ello no ocurrirá, porque para conjurar las ideas anteriores Beño se aferra a una imagen captada en un instante fugaz, que con esfuerzo y el paso del tiempo (que permite el olvido selectivo y la manipulación) será una certeza: no era el Divino Maestro porque los miopes ojos de Beño supieron ver en sus sandalias un conocido modelo de chalas Hush Puppies.

miércoles, octubre 26, 2005

Poema de Galindo

Con el venerable Dr. Marinakis fuimos a la pizzería donde trabaja Galindo. Marinakis, ebrio, vació un vaso lleno de orégano sobre la cabeza de este humilde servidor de todos. (Doctor, perdono su impertinencia y espero que se rehabilite.) Hablamos un par de minutos con el energúmeno de Galindo. Nos pareció, a Marinakis y a mí, que no estaba bien el bueno de Galindo. Nos dijo que tenía que ir saliendo, pero antes nos entregó, escrito en una hoja cuadriculada de cuaderno, el poema que ahora publico. Dijo: sé que escribes acerca de mí y no pienso leer tus estupideces, pero quiero que sigas publicando mis poemas. Y me dijo, pasándome el poema que publico: ponle nombre, weón. Lo vimos subirse a una ridícula moto Honda, de principios de los ochenta, aunque de motos Beño no entiende mucho, y se largó. Aquí publico el poema que me pasó (el nombre se lo pusimos nosotros; por supuesto, es un pésimo nombre.) Finalmente, advierto que el poema deja caer toneladas de bosta y refleja a un espíritu consumido por un nihilismo recalcitrante.

Miedo al Sinsentido

Les ha dado con el tema de la pobreza
Y ¿a qué viene esto?
El viejo truco, para espantar al sinsentido:

Invéntese una preocupación lo suficientemente lejana:

No, no se preocupe por su padre, asfixiado en la soledad más terrible
Ni por su madre, a la que acaso le queda algún sueño mínimo y material
Ni por su hermano o su hermana
No: es más conveniente la señora juanita, porque es lejana
Porque tiene una ventaja que los anteriores no tienen:
Ud. puede dejarla, cuando se le antoje

Invéntese, búsquese, una preocupación y una lucha lo suficientemente abstracta:
Sí, EL MODELO ECONÓMICO
Está mal...
Y deteste a un país lejano
Aborrezca profundamente los modos de vida de los
MALDITOS CAPITALISTAS

Pero no, nunca mire demasiado cerca:

Todo debe ser lejano, abstracto.

Importante siempre es poner bien (es decir, convenientemente) los nombres
Por ejemplo:

No diga EGOÍSMO y COBARDÍA
Diga: MODELO ECONÓMICO
Y luego diga que esa abstracción es la que está mal
Y sea Ud. un paladín de la justicia

Y si esto no le colma, invéntese un Dios
A su imagen y semejanza créelo
A imagen y semejanza de sus
Miedos
Egoísmos
Cobardías

Para que cuando alguien no opine como Ud. pueda decir convenientemente:
“Vive lejos de Dios”
Para que cuando alguien sea lo suficientemente bueno que le dé envidia pueda decir:
“Sí, pero le falta amar a Dios”
Para que pueda confeccionar una larga lista de deberes imperativos
Que le aseguren que va a ser feliz
Que no va camino al polvo
Porque Dios cumple sus promesas

sábado, octubre 22, 2005

Acto de Personalización


Este es un acto de personalización de este blog. De polera azul, don Beño en su infancia, en los años de la posguerra. A su lado la Frani, sosteniendo a Nicolás (Jao Bonachiuon de la Fontaine Grüyere.)

viernes, octubre 21, 2005

¿Naturaleza Caída?


"Cada cosa es lo que es,
y es difícil explicar a alguien cómo eso me alegra
y cómo eso me basta.
Basta existir para ser completo."

Fernando Pessoa

... ¿Qué nos pasó a gran parte los hombres para que inventáramos y luego creyéramos en la Naturaleza Caída?

miércoles, octubre 19, 2005

Alas de Gallina

Alas Para Todos
... de gallina eso sí
estimamos mal la demanda
y mejor regalarlas que botarlas
al menos en tiempos de campaña.

miércoles, octubre 12, 2005

Material de Relleno

He aquí nuevamente que este humilde hombre se sienta frente a una pantalla y teclea para salir al ancho ciber-mundo, todo gracias al auspicio de Nuestro Señor Cristo de Elqui (lea sus prédicas en la parte superior de su pantalla.) Y en esta oportunidad seré breve, porque el vértigo de la posmodernidad y el segmento objetivo al que apunta don Beño con su blog así lo exigen. Así que diré cuatro cosas.
UNO estando este fin de semana en la casa de un amigo en el campo, y luego de que mi amigo lanzara una coronta de pera entre unas matas, se produjo el siguiente diálogo:
Hermana de mi amigo: hermano, no lanzes esa coronta, ¿acaso no sabes que tardará más de treinta años en biodegradarse?
Beño: ¿Cómo se te ocurre, si no es de plástico?
Hermano menor: ¿Cuánto se demora la caca de dinosaurio?
DOS agregué varios blogs más a la sección "blogs amigos". Lo hice porque me parecieron interesantes y espero poder comentar en otra oportunidad todos los blogs que he agregado.
TRES finalmente apareció Galindo (ver aquí o acá: posts donde hablo de Galindo): ahora trabaja amasando bases de pizzas para una cadena multinacional de comida chatarra. Le dije: Galindo, ¿qué chucha? Sin sorpresa me dijo (mirando con furia): ¿Qué chucha qué? En algo hay que ganarse la vida. Le dije: Tengo tus escritos. A lo que respondió: Quédatelos; he renunciado a la poesía.
CUATRO, en honor al poeta que fue, reproduzco un poema suyo:
(Sin Título)

Conocemos a la Verdad
Noche tras noche ha bailado frente a nuestras narices
Una vez nos dijo:

Os prometo que vendré
Siempre
Siempre y cuando estéis ebrios

Y estas palabras fueron motivo de largas discusiones:

¿Qué quiso decir con Ebrios?
¿Ebrios de Vino?
¿De Amor?
¿De Belleza?
¿De Dolor?

Y supimos que la Verdad era hermosa
Y esquizofrénica
Que pasaba la noche en los bares
Que dormía de día entre papeles de diario

miércoles, octubre 05, 2005

Ciclo de Anécdotas: La Noche de Pasión

La siguiente es la tercera anécdota del Ciclo de Anécdotas de El Blog de Beño. Las anteriores han sido: "El Regalo de Cumpleaños" y "La Cama Elástica", y para sorpresa de este humilde hombre que teclea, han gozado del favor de los misericordiosos lectores de este espacio. Ahora les presento "La Noche de Pasión". ¿Insistirá don Beño en la veracidad de las anécdotas aquí relatadas? Pues no. Y una última palabra: no volveré, bajo ninguna circunstancia, a tocar un tema semejante al que ocupó el último párrafo del post anterior, por muy interesante que a mi infinitamente mamona existencia le parezca. Lo prometo, y que Dios me ayude. Finalmente, les recordamos que este espacio está patrocinado por Nuestro Señor Cristo de Elqui, cuyas prédicas y pensamientos irán apareciendo en la parte superior de su pantalla.

La Noche de Pasión
Lo recuerdo: fue en la gira de estudios, a finales de noviembre. En el duty-free nos habíamos armado con pisco de cuarenta (40º), chileno. Cada uno con dos botellas (como capital inicial, claro está.) Para Beño fue vivir y olvidar lo vivido, ambas operaciones realizadas al mismo tiempo. Sin embargo, algo queda siempre en la memoria...
La acción transcurre en un escenario tropical. Beño no es el protagonista: es un testigo privilegiado. Por supuesto hay sol, mar, encuentros a la luz de la luna (escribo novelas rosa en mis tiempos libres, bajo el pseudónimo de Lucila Troncoso, búsqueme en las librerías.) Las altas temperaturas nos obligan a andar ligeros de ropa, a sumergirnos en el agua. Cuando logra descorrer el velo de la caña, Beño puede ver lugares de ensueño.
La novena y última noche, suena el teléfono en la habitación de hotel que Beño comparte con dos compañeros más. Son cerca de las diez y una voz traposa dice: Beño, weón, ¿dónde estay?
Beño: ¿Cómo que dónde estoy? En mi pieza pos weón.
Y la voz traposa (que pertenece al protagonista de esta anécdota, a quien, para proteger su identidad, llamaremos en delante Voz Traposa.), responde: ahhhh...
Beño: Ya, ¿qué querís weón?
Voz Traposa: venteee pa acaaá... weooón, hay caleeetaaa 'e minaaasss.
Beño: ¿dónde estay? (Y tapando el auricular (!), le dice a S.: este weón está como piojo.)
Voz Traposa: ahhhh...?
Beño: que dónde estay
Voz Traposa: acá...
Beño (que piensa en cortar y se aguanta): weón, ¿dónde estay?
Se oyen voces y gritos y música.
Voz Traposa: en el 703.
S., que es el tercer personaje de la historia (para simplificar hemos borrado de un plumazo a V.) y Beño parten para el fatídico 703. Voz traposa no mentía: el pequeño departamento tipo apart-hotel respira al ritmo de la jarana, rebalsado de estudiantes chilenos en gira. Para los que no estén familiarizados con la mecánica de este tipo de eventos, les cuento que todos llegamos a ser voces traposas, sin perjuicio la nomenclatura ya establecida para esta anécdota, que sólo una de las voces traposas es Voz Traposa.
Ya a altas horas de la madrugada, las huestes del carrete van siendo diezmadas por el sueño, por el alcohol o el amor. Quedan cinco chilenas aguerridas, Voz Traposa, Beño, S. (cuyo único protagonismo es el de ser un bulto en este momento), y dos hombres que no tienen rostro en mi memoria. Como siempre en estos casos, se da una situación inverosímil: una de las chilenas comienza a leernos las manos y nosotros no podemos creer cómo tanto poder paranormal (lo digo porque en verdad esta tipa sí leía la mano.) Tal vez me equivoqué respecto del protagonismo de S.; hay que agregar algo más: siempre quedó en nuestras memorias, grabada a fuego, la predicción que a partir de su mano hizo nuestra amiga. Bueno, resultó que nuestra gitana improvisada, después de leernos la mano a todos, llegó donde Voz Traposa. Entonces, adoptando un tono profesional de voz, nos dijo: esta mano está difícil, dejénme a solas con el paciente. S. se largó a una de las dos pequeñas habitaciones y yo a la otra, mientras Voz Traposa tenía una cita con su destino, a solas en el living-cocina-comedor. Por mi parte, fui vencido por el sueño, pero no sin antes reconocer en ciertos sonidos inarticulados que venían del living el signo inequívoco del antiguo ritual, tan viejo como el hombre y la mujer.
Al día siguiente, Voz Traposa no está. S. y yo volvemos a nuestro depto, nos acicalamos para ocultar los estragos de la mala vida, y bajamos a la playa donde está el curso entero, con la profesora jefe y dos mamás. No alcanzan a pasar 15 min. cuando llega Voz Traposa. La misma polera de la noche anterior, descalzo, shorts floreados. Habíamos estado en ese momento respondiendo a nuestra profesora que nos preguntaba por él. Entonces, Voz Traposa, que evidentemente aún estaba ebrio, saluda con la parsimonia usual en los que quieren compensar alguna miseria, y declara que el día está increíble y que el se va derecho al agua. Se saca la polera en medio de todos... Entonces, quienes veíamos su espalda, pudimos observar, bajo dos mordidas medias azulosas y escrito con lápiz labial rojo, las siguientes palabras: TE DESEO. Por su parte, quienes podían ver su pecho y su abdomen podían leer, salpicado por manchas azules de besos feroces: LLÁMAME 34567XX (omitimos los últimos dígitos para proteger a la familia de la victimaria). Nuestra querida profesora ahogó un grito de espanto, nuestras compañeras se ruborizaron, al unísono se elevaron los OH y luego los JAJAJA y luego los HUAJAJA... Voz Traposa se miró el abdomen, giró con vértigo en la mirada, y corrió a encontrarse con el mar tropical.