En las plazas de la memoria hay
dos o cinco
recuerdos de niñez que retuve
de libros de calle lanzados al mapocho
de pésima literatura
de los compormisos
ayer fue que no busqué todo eso
y fue ayer también
que entregué el pellejo vano
las mofletas estériles en un abrir
y cerrar de ojos que se cansan
ayer pero es hoy
que vengo a mi mismo con esas
cosas cosas cosas
como de libertad ayer me vi
como héroe
en una plaza con sombra y habitantes del cité
tarde más feliz
de discos de todo lo absoluto
no quiero llorar en esos vasos
y si lloro qué más
es pura tarde de vino
gracias al vacío u otras palabras vanas, vacío
sólo una conserva su sentido
en esas tardes que retuve de río corriendo en el tiempo
no sé cómo llamarlas
porque eran tardes de papel
2 comentarios:
comento solo para decir que aunque ya me retiré de las ligas bloguisticas estoy siguiendo con atencion los posts del blog de beno. Leo un leve homoerotismo en la prosa, pero es algo que extrañamente me agrada y me atrae.
Estimadísimo Martinoco,
Su tecnolecto homosexual lo delata.
Un gusto que siga estas vanas páginas.
A su servicio,
D.B.
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