Dr., déjeme decirle, con cariño pero también con firmeza, que descreo de su Mapocho
Ese río es hijo de Oliveira hijo de Cortázar y también de sus flamantes errancias, y no hermano de la tierra cordillerana, del polvo fugitivo de los sacos de cemento, del harapo
Su río, Dr., es navegable por derecho propio, Hontológicamente navegable, diríamos
Lejos de él que se fantasee con ponerle prótesis para que comience a ser otra cosa
A un río no se le dice levántate y anda
Pero, ah, Dr., nos soñamos héroes y el demonio de la realidad fue a buscarnos allá donde estábamos y fuimos heridos
Qué importa sobre qué río se incline la memoria:
Su poesía viene a decir lo que Rojas dijo que dijo Vallejos:
Todavía
"Dificulto que alguien pueda poner en duda/ la presencia del Espíritu Santo/ en un pan recién sacado del horno/ en un vaso de agua cristalina/ en una ola que se estrella contra una roca/ ¡ciego de nacimiento tendría que ser!/ hasta un ateo tiembla de emoción/ ante una sementera que se inclina/ bajo el peso de las espigas maduras/ ante un bello caballo de carrera/ ante un volkswagen último modelo".- El Cristo de Elqui
jueves, junio 09, 2011
miércoles, junio 08, 2011
pájaros
En las plazas de la memoria hay
dos o cinco
recuerdos de niñez que retuve
de libros de calle lanzados al mapocho
de pésima literatura
de los compormisos
ayer fue que no busqué todo eso
y fue ayer también
que entregué el pellejo vano
las mofletas estériles en un abrir
y cerrar de ojos que se cansan
ayer pero es hoy
que vengo a mi mismo con esas
cosas cosas cosas
como de libertad ayer me vi
como héroe
en una plaza con sombra y habitantes del cité
tarde más feliz
de discos de todo lo absoluto
no quiero llorar en esos vasos
y si lloro qué más
es pura tarde de vino
gracias al vacío u otras palabras vanas, vacío
sólo una conserva su sentido
en esas tardes que retuve de río corriendo en el tiempo
no sé cómo llamarlas
porque eran tardes de papel
dos o cinco
recuerdos de niñez que retuve
de libros de calle lanzados al mapocho
de pésima literatura
de los compormisos
ayer fue que no busqué todo eso
y fue ayer también
que entregué el pellejo vano
las mofletas estériles en un abrir
y cerrar de ojos que se cansan
ayer pero es hoy
que vengo a mi mismo con esas
cosas cosas cosas
como de libertad ayer me vi
como héroe
en una plaza con sombra y habitantes del cité
tarde más feliz
de discos de todo lo absoluto
no quiero llorar en esos vasos
y si lloro qué más
es pura tarde de vino
gracias al vacío u otras palabras vanas, vacío
sólo una conserva su sentido
en esas tardes que retuve de río corriendo en el tiempo
no sé cómo llamarlas
porque eran tardes de papel
Suscribirse a:
Entradas (Atom)